Si hay algo que no desea ningún conductor, es que los fallos hagan acto de presencia en su coche, con las consecuencias que éstos pueden llegar a traer. Lo normal es que todo se quede en un susto y tu vehículo te haya dejado tirado en el peor momento, pero es cierto que pueden existir fallos que aumentan de manera considerable el riesgo de sufrir un accidente. Cuando llegamos a este punto es que ya estamos hablando de algo importante, así que lo mejor es siempre realizar un buen mantenimiento del vehículo para que todo vaya sobre ruedas. La aparición de problemas en los frenos es algo que puede convertirse en un serio problema, así que hay que estar atentos a las pistas que nos da el coche para saber detectarlos. ¡Vamos a hablar de ellas!
Pistas para detectar la aparición de problemas en los frenos
1- ¿Nunca te ha pasado que pisas el pedal del freno y notas un pitido realmente desagradable? Seguro que sí y es un sonido que te ha producido un profundo rechazo. Si los frenos chirrían, significa que las pastillas están gastadas, con lo que tu coche no estará frenando como debe. Como siempre, hay que llevar un mantenimiento correcto del vehículo como el que realizamos en Motor Montesinos. Somos un taller especializado, así que no dudes en confiar en nosotros para mantener tu coche en perfecto estado.
2- ¿Notas vibraciones en el momento de frenar? Si te ocurre esto, tienes que empezar a pensar en que los discos pueden estar dañados. Quizás deban ser sustituidos, al igual que puede ocurrir con las pastillas.
3- ¿El pedal del freno recorre más camino de la cuenta a la hora de pisarlo? Éste puede ser otro signo de la aparición de problemas en los frenos. También puede dar a entender que las pastillas pueden estar desgastadas o que existe aire en el circuito.
4- ¿El pedal está demasiado duro a la hora de pisarlo? Ten mucho cuidado con esto, ya que puedes estar ante un problema con el líquido de frenos o en el pistón.
De todas maneras, lo que tenemos que decirte es que tienes que estar tranquilo. La aparición de problemas en los frenos no suele desembocar en nada grave, con lo que, si realizas un mantenimiento regular, no tendrás que preocuparte por nada. Si tu vehículo deja de frenar como debería de hacerlo, aunque es más fácil decirlo que hacerlo, mantente tranquilo y comienza a reducir marchas hasta lograr parar el coche. Los nervios nunca son buenos amigos.