El calor y las altas temperaturas tienen un gran efecto en los coches que están expuestos durante el verano. Algunas partes como los neumáticos, las llantas, el parabrisas y la pintura del turismo pueden verse realmente afectadas debido al polvo, el polen y los insectos propios de esta época, así como algunas partes del interior del vehículo por el calor. Por eso, como taller de coches en Fuenlabrada experimentado, queremos dar algunos consejos para cuidar el coche durante los meses de verano.
Consejos para cuidar el coche en verano
La limpieza es fundamental para cuidar el coche cuando hay altas temperaturas. Es necesario así limpiar el vehículo a menudo para eliminar la suciedad y los restos de polvo, insectos incrustados y polen que pueden dañar la pintura y los parabrisas, entre otros.
Además, evitar que el coche permanezca mucho tiempo al sol también es clave, puesto que el color de la pintura puede cambiar y desgastarse por los rayos UV. Para ello, puedes evitar lugares soleados o muy secos cuando vayas a aparcar. Si estacionas en un terreno seco, la alta temperatura puede calentar el escape y el catalizador, lo que incrementa el riesgo de incendio.
El interior del vehículo puede verse también afectado con esta exposición al sol, llegando a provocar la aparición de poros o grietas en los materiales. De ahí que sea tan recomendable el uso de un parasol fijado en el parabrisas para dar sombra al interior y mantener el coche más fresco.
Por otro lado, en verano es muy importante examinar las llantas y los neumáticos, asegurándose de que no están dañados ni desgastados, así como la presión de los mismos, sobre todo antes de realizar algún viaje largo.
Otro consejo a tener en cuenta, es no llenar el depósito por completo al repostar el coche, puesto que tanto el diésel como la gasolina se expanden habitualmente con el calor, y puede llegar a producirse un desbordamiento del depósito si se llena demasiado.
En Motor Montesinos recomendamos cuidar especialmente el coche en verano y seguir todos estos consejos para que el calor y las altas temperaturas tengan un mínimo impacto en el vehículo.