Como taller de coches en Fuenlabrada queremos dedicar este nuevo post del blog a repasar las prestaciones del ABS, siglas en inglés de Anti-Lock Brakes System. En castellano, se trata del Sistema de Frenado Antibloqueo.
Estamos hablando de un insustituible aliado del que echar mano en caso de que haya hielo en la calzada o de que tengamos que frenar de forma repentina. En estos casos, los que entran en acción son los frenos con sistema ABS. De hecho, son los más seguros a ojos de los fabricantes. Pero, ¿cómo reacciona el ABS en caso de emergencia?
Básicamente, lo que hace el sistema es bloquear las ruedas del vehículo. El sistema electrónico comprueba automáticamente la velocidad de las ruedas. Cuando detecta que una rueda modifica su velocidad y está bloqueada, o puede llegar a bloquearse, se descarga la presión de los frenos para que pueda volver a girar y adherirse al asfalto. En Motor Montesinos te recordamos que, si la rueda no gira, se desgastará únicamente por una parte por la fricción, quedando muchas veces inutilizada para un uso posterior. Después, cuando la rueda vuelve a girar, el sistema aumenta de nuevo al máximo la presión de frenado.
El sistema ABS va integrado con los frenos hidráulicos de los vehículos ligeros y con los frenos neumáticos de los vehículos pesados. A día de hoy, la mayoría de los coches y motos llevan llevan estos frenos de serie. No obstante, ante la duda, hay que mirar la información contenida en el panel de mandos del salpicadero.
Existen distintos sistemas de frenado antibloqueo. Puede ser por ejemplo de cuatro canales, es decir, con cuatro sensores. En estos casos, hay un sensor de velocidad en las cuatro ruedas y una válvula separada para cada una de ellas.
Por supuesto, el ABS se adapta a todo tipo de terrenos y condiciones. Funciona en asfalto seco o mojado, con hielo e incluso evita que suframos el peligroso aquaplanning. Como ocurre con el resto de elementos del coche este sistema de frenado ha de ser revisado de forma periódica.