En los talleres de coches en Fuenlabrada sabemos perfectamente que una de las averías que más teme nuestra clientela es la rotura de la correa de distribución, algo que puede causar graves daños en el conjunto del vehículo. Vamos a ver qué problemas en concreto puede acarrear.
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución es una pieza que, con el paso del tiempo y los kilómetros, sufre un desgaste paulatino. Algo que hemos de vigilar para sustituir al cabo de determinados kilómetros. Es una cinta dentada fabricada en un material flexible que conecta el árbol de levas de la parte superior del motor con el cigüeñal, en la inferior. Al girar el motor en marcha, se sincroniza el ritmo de funcionamiento. Su función es clave para esta sincronización del funcionamiento del motor. La correa de transmisión controla las fases de admisión de combustible, el escape de los gases, la refrigeración y la bomba de gasóleo en los motores diésel.
En Motor Montesinos te recordamos que la correa de distribución puede sufrir desgaste, tensión o una rotura. Si algo de esto pasa, pueden dañarse los árboles de levas y los pistones pueden llegar a golpear y dañar las válvulas derivando en una avería que incluso haga que el motor quede inservible. Algunos motores, en vez de correa de distribución, usan una cadena metálica que, bien lubricada y controlando de forma periódica la tensión, puede llegar a durar toda la vida útil del coche. En definitiva, la correa de distribución es fundamental para la mecánica.