Se ha terminado el verano, pero no el uso del aire acondicionado del coche. Nos acercamos al momento de tener que aprovecharnos de él para combatir el frío y las bajas temperaturas. En este sentido, este elemento de nuestro automóvil será igual de importante que en época de vacaciones.
En un post anterior en este mismo espacio, ya os ofrecimos una serie de recomendaciones para que el aire acondicionado de vuestro coche durase más tiempo. Pequeños consejos que, a la larga, marcan la diferencia.
Durante el otoño y el invierno, son muchos los conductores que se olvidan de que su vehículo posee aire acondicionado o climatizador. Sin embargo, seguir utilizándolo durante todo este año está más que recomendado, incluso en ciclos de frío. ¿No nos crees? En ese caso, te invitamos a no perderte estas líneas de nuestros blogs.
Gracias a nuestra experiencia en este campo, podemos contarte que un uso del aire acondicionado del coche durante todo el año puede alargar considerablemente la vida del sistema de climatización. No en vano, estaremos evitando inconvenientes como las averías en el compresor o las fugas en las juntas de los conductos por los que circula el gas.
De hecho, los problemas más importantes, relevantes y frecuentes en este sistema tienen que ver con fugas de gas, un componente imprescindible para conseguir un óptimo enfriamiento del habitáculo. En menor medida, otros problemas bastante habituales son las obstrucciones en los circuitos o fallos en el compresor del aire. Precisamente, apagar el aire en octubre y no encenderlo hasta mayo propiciará que surjan averías derivadas de la propia inactividad.
La idea general es que, durante el invierno, el uso del aire acondicionado del coche sea, como mínimo, de una vez al mes. Algunos fabricantes y especialistas recomiendan que el uso sea semanal. En cualquier caso, este pequeño gesto nos ahorrará de encontrarnos desagradables sorpresas al año siguiente.
Un aspecto que tenemos que tener en cuenta es que se estima que el sistema de aire acondicionado de un automóvil pierde alrededor del 15% del gas anualmente, reduciendo sus prestaciones y la capacidad de enfriar el coche. Todo ello nos invita a realizar un mantenimiento óptimo para poder alargar al máximo su vida útil.